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    Hoy, en honor al Día Internacional de la Mujer, hemos tenido el placer de entrevistar a Pilar Novoa Solla, pionera en el mundo empresarial.

    Comenzando en Reynober en 1974 en roles administrativos, Pilar ascendió gradualmente hasta convertirse en directora de la empresa en 1990, después del fallecimiento de su padre, el fundador de la compañía.

    A lo largo de su carrera, Pilar desafió las normas de género y superó obstáculos en un sector predominantemente masculino. Aunque rodeada de hombres, nunca se sintió fuera de lugar, gracias a su determinación y seguridad en sí misma.

    En esta entrevista, Pilar comparte con nosotros sus experiencias, reflexiones y consejos sobre el liderazgo femenino y el futuro de la igualdad de género en el ámbito empresarial.

    Acompáñanos mientras celebramos el legado de Pilar Novoa Solla en este día tan especial y descubre más sobre la historia de Reynober a través de sus palabras. ¡Sigue leyendo!

     

    Así fue la entrevista a Pilar Novoa Solla

     

    Reynober: Hola Pilar, gracias por atendernos. Queremos que los lectores conozcan más sobre tu historia en Reynober, así que vamos a comenzar. Durante tu infancia, ¿creías que en algún momento acabarías al frente de Reynober?

    Pilar: Sinceramente nunca pensé que me dedicaría a este sector y más bien tenía ciertos sueños de dedicarme al mundo del teatro, donde disfrutaba junto amigos que tenían la misma afición e ilusión. Pero las circunstancias de la vida cambiaron radicalmente con la muerte de mi padre y esa circunstancia hizo que modificara mis objetivos y mi preparación profesional, que se volcó en el mundo de la empresa.

    R: Entiendo. Es más, fuiste la primera mujer en estar al frente de una empresa en este sector, ¿qué supuso este hecho en aquella época?

    P: Probablemente supusiera un cierto impacto en el sector, acostumbrado a un mundo exclusivo de hombres, pero bien es cierto que, o por mi carácter o porque en el mundo de los negocios lo importante es ser bueno en la gestión, nunca he llegado a tener la sensación de rechazo o de un trato discriminatorio.

    R: Nos alegra escuchar esta respuesta, y seguro que a los lectores también. Y cuando supiste que eras de las primeras, ¿cómo te sentiste?

    P: Lógicamente ser la primera en algo tiene un componente de incertidumbre, pero también lo tiene de ilusión y orgullo de abrir un camino que, hasta la fecha, era inexplorado para otras mujeres. De hecho, ya ha cuajado en el sector, con la presencia de más mujeres en puestos de responsabilidad.

    R:  Totalmente de acuerdo, y cuando te tuviste que poner al frente de la empresa, ¿cómo afrontaste el cargo?

    P: El proceso ha sido de aprendizaje completo. Empecé en labores administrativas, hasta que llegó el momento que alcancé un grado de conocimiento y madurez suficiente como para hacerme cargo de la dirección adjunta de la empresa. Este proceso también fue de aprendizaje ya que las labores ejecutivas no tienen nada que ver con las administrativas, y el nivel de implicación y responsabilidad aumenta exponencialmente. Esa sensación de querer hacer bien mi trabajo a pesar de cualquier dificultad que pudiera encontrar, siempre ha supuesto un gran acicate en todo el proceso.

    R:  Muy interesante, es cierto que las tareas de un cargo a otro son muy diferentes. Y cuéntanos, ¿con qué retos te encontraste durante tus primeros años?

    P: El reto que tuve al principio fue el de conseguir que la empresa tuviera un nivel de autosuficiencia económica total, ya que los inicios de la compañía fueron duros financieramente hablando.

    Ese objetivo ha sido una piedra angular de mi gestión, hasta llegar a la situación actual, donde la liquidez y la autosuficiencia económica nos ha colocado en un lugar de referencia dentro del sector. Por lo que, ahora, toca consolidar los logros y aumentar las capacidades productivas para mantener a la compañía en lo alto del ranking.

    R: ¿Crees que estos retos hubieran sido los mismos de haber sido hombre?

    P: No podemos obviar que hace años, la condición de mujer dificultó en alguna medida, las expectativas; pero lo que siempre he tenido claro y nadie ha supuesto un obstáculo para ello, es que mi condición de mujer no podía suponer un problema y mucho menos un lastre. Y para ello, lo que más ha valido, no ha sido la condescendencia de nadie, sino el sentido de responsabilidad y el convencimiento absoluto de poder llegar a donde fuera necesario.

    R: Además de esto, ¿cuáles son algunas de las barreras que has tenido que superar en tu carrera profesional?

    P: Un ambiente solo de hombres siempre es reacio a modificaciones de un cierto privilegio. Y para alcanzar el objetivo de estar a la altura de los que gestionaban el sector, supuso un esfuerzo en formación y conocimiento del medio gestionado. Para mi, fue fundamental el hecho de contar con un equipo solvente queme ayudó a poner en marcha las decisiones que había que ir tomando.

    Pero nunca he sentido que este proceso fuera más difícil por ser mujer, sino que lo que ha prevalecido ha sido la constatación de un buen trabajo, que en el mundo de la empresa es lo que vale.

    R: Totalmente de acuerdo, todo esfuerzo tiene su recompensa. Por eso mismo, ¿cómo crees que tu presencia como mujer líder ha impactado en la cultura y el ambiente laboral de la empresa?

    P: No tendría que haber influido de ninguna manera, ya que siempre he tenido la creencia de la validez en el trabajo. Es decir, solo es necesario valorar la entrega de un trabajador en su puesto y sus resultados, sin intervenir ninguna otra condición.

    R:  Toda la razón. Por otro lado, desde que te pusiste al frente de Reynober hasta ahora, ¿cómo crees que ha evolucionado la inclusión de la mujer en el sector?

    P: Claramente, ha aumentado el número de mujeres en el sector. No es que sea ni mucho menos mayoritaria, pero está claro que ahora no llama la atención la presencia de otras mujeres en puestos de responsabilidad, sino que suponen un punto de normalidad.

    R: Cierto, en Reynober tenemos muchas compañeras, y deseamos que siga siendo así. Para continuar queremos preguntarte, ¿cómo abordaste la conciliación personal-laboral durante tu maternidad?

    P: La conciliación es una de las partes que pueden quedar más afectadas, ya que la responsabilidad y la necesidad de estar encima de las cuestiones que afectan al día a día de una empresa y a la estrategia de futuro, influyen en gran medida en la conciliación familiar.

    Cuando una tiene la responsabilidad de una empresa, no existen horarios, ni festivos, ni vacaciones; los problemas surgen cuando surgen, y hay que responder con eficacia y coherencia y, evidentemente, esto afecta a la vida familiar.

    Es por ello que, en este aspecto, una vida estable y normal se puede ver trastocada, pero es una decisión que hay que tomar. Seas hombre o mujer, hay temas como la maternidad o la gestión familiar que pueden verse alterados. Lo importante en este caso es contar con un buen equipo familiar que ayude a gestionar estas dificultades.

    R: Totalmente de acuerdo, lo importante es formar un buen equipo incluso en el ámbito familiar. Y volviendo a tus años en Reynober, ¿cuál consideras que fue tu contribución más significativa al desarrollo y crecimiento de la empresa?

    P: La gestión de una empresa es integral, no hay aspectos más importantes que otros, pero para mí, la solvencia de la compañía ha sido elemental en mi gestión. No obstante, ha sido un trabajo en equipo, tanto puestos de gestión, administración o producción. Es importante que los trabajadores se sientan involucrados en los objetivos de la compañía, sin que para ello suponga un extra de preocupación. La lucha por objetivos, tan habitual en las grandes compañías, no es un elemento prioritario, ya que hay que dar importancia a las necesidades de cada individuo, cada uno dentro de sus responsabilidades.

    R:  Y a nivel personal, ¿con qué hito que realizaste en tu empresa te quedas?

    P: No hay hito más importante en una empresa de carácter familiar como Reynober que el de que tus socios mantengan satisfechas sus expectativas, nunca especulativas, y que cada día los trabajadores sientan satisfechas sus aspiraciones profesionales.

    R: ¡Qué bien escuchar esto de ti! Nosotros estamos muy agradecidos de que en Reynober deis tanta importancia al trabajor, es muy satisfactorio. Y tras todos estos años, ¿crees que todo el esfuerzo ha merecido la pena?

    P: Sí. Afortunadamente en esta historia, a pesar de haber sido muy dura y llena de dificultades, tiene un final feliz y por ello me siento especialmente orgullosa. Es evidente que la historia de una empresa, mientras se quiera y se pueda, no tiene final, pero mirando el camino recorrido con cierta perspectiva, siento la íntima satisfacción del deber cumplido.

    R:  Ahora se habla mucho de que las mujeres siempre hemos tenido un techo de cristal, ¿crees que es así?

    P: No soy partidaria del concepto “techo de cristal” referido a las mujeres. Soy una convencida de las metas que uno se ponga, y que tienen que ser siempre realistas. Nada ni nadie debería suponer un obstáculo para su consecución; siempre que se tenga la voluntad, el conocimiento y la asunción de responsabilidades inherentes al reto que se pretende conseguir.

    R: ¡Gracias por esta charla contigo, Pilar! Ha sido un placer y esperamos que haya servido para que nuestros lectores y clientes te conozcan un poquito mejor.

    P: ¡Gracias a vosotros!

     

    La historia de Pilar Novoa Solla es un recordatorio inspirador de que el género no define el éxito en el mundo empresarial.

    Su determinación, compromiso y visión la han llevado a romper barreras y abrir camino para las futuras generaciones de mujeres líderes.

    En este Día Internacional de la Mujer, celebramos su legado y nos inspiramos en su ejemplo de fortaleza y ​​resiliencia.

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