SOLICITAR INFORMACIÓN

    Sí, he leído y acepto la política de privacidad

    Sí, acepto recibir novedades de reynober

    mantenimiento-señales-tráfico

    En este artículo, respondemos a las preguntas más habituales que pueden surgir al contratar un servicio de mantenimiento preventivo de señales de tráfico, especialmente si representas a una administración pública o entidad responsable del estado de la vía.

    ¿Qué es exactamente el mantenimiento preventivo de señales de tráfico?

    El mantenimiento preventivo es un conjunto de acciones programadas y sistemáticas cuyo objetivo es garantizar que las señales viales estén siempre en condiciones óptimas de visibilidad, estabilidad y legibilidad.

    A diferencia del mantenimiento correctivo, que actúa una vez que la señal ya está deteriorada, el enfoque preventivo permite anticiparse a los fallos antes de que afecten a la seguridad vial.

    Esto incluye inspecciones periódicas, limpieza, sustitución de señales con pérdida de reflectancia, y verificación del anclaje y la integridad estructural, entre otras tareas.

    ¿Por qué es importante hacer mantenimiento aunque las señales parezcan estar “bien”?

    Porque la degradación de una señal no siempre es visible a simple vista. La exposición constante a la intemperie, la contaminación, la luz solar o los actos vandálicos puede reducir progresivamente su capacidad reflectante o provocar una fijación inestable que pase desapercibida… hasta que es demasiado tarde.

    Una señal mal ubicada, inclinada, oxidada o sin el nivel de retrorreflexión adecuado pierde eficacia, genera confusión y eleva el riesgo de accidente. Además, incumplir con los estándares normativos puede derivar en sanciones a la administración responsable.
    h2 id=»frecuencia-mantenimiento»>¿Cada cuánto se debe realizar el mantenimiento de las señales de tráfico?

    La frecuencia ideal varía según el tipo de vía, el volumen de tráfico y las condiciones ambientales de la zona. Sin embargo, como referencia general:

    • En carreteras de alta densidad: se recomienda una revisión anual o incluso semestral.
    • En entornos urbanos o rurales de baja intensidad: cada 12 a 24 meses puede ser suficiente, siempre que se realicen auditorías visuales frecuentes.
    • Tras temporales o incidentes viales: se deben programar inspecciones adicionales.

    En todos los casos, es clave contar con un calendario de mantenimiento programado que permita actuar con previsión.

    ¿Qué tareas incluye un servicio profesional de mantenimiento preventivo?

    Un servicio integral debería contemplar, al menos, las siguientes actuaciones:

    • Inspección visual y técnica de todas las señales: se comprueba su ubicación, verticalidad, estado del soporte, legibilidad y reflectancia.
    • Limpieza profesional de señales afectadas por suciedad, moho, cal o excrementos de aves.
    • Medición de retrorreflexión con instrumentos especializados para evaluar su visibilidad nocturna.
    • Sustitución de señales deterioradas o no conformes con la normativa.
    • Reparación o refuerzo del anclaje si se detectan señales inestables o con estructura oxidada.
    • Elaboración de informes técnicos con propuestas de mejora y cronogramas de actuación.

    ¿Cómo se mide si una señal mantiene su capacidad reflectante?

    Se utiliza un dispositivo llamado retrorreflectómetro, que mide la cantidad de luz que una señal es capaz de reflejar cuando es iluminada por los faros de un vehículo.

    Según la norma UNE EN 12899-1, existen distintos niveles de retrorreflexión (RA1, RA2, RA3, etc.), y la señal debe mantener un nivel mínimo para ser considerada segura. Cuando cae por debajo del umbral recomendado, debe ser sustituida o renovada.

    ¿Qué normativa regula el mantenimiento de señales de tráfico en España?

    Las principales normativas aplicables incluyen:

    • Real Decreto 1428/2003, por el que se aprueba el Reglamento General de Circulación.
    • Norma 8.1-IC de señalización vertical, del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
    • UNE EN 12899-1, sobre dispositivos de señalización vertical permanentes.
    • Normas y pliegos técnicos específicos incluidos en contratos de conservación vial y licitaciones públicas.

    Estas normas establecen los requisitos de visibilidad, reflectancia, ubicación, tamaño y mantenimiento para garantizar la eficacia de las señales.

    ¿Qué beneficios aporta el mantenimiento preventivo frente al correctivo?

    El enfoque preventivo permite ahorrar recursos a medio y largo plazo. Aunque implica una inversión inicial mayor que simplemente actuar cuando hay quejas o daños visibles, tiene ventajas claras:

    • Reduce el riesgo de accidentes por fallos en la señalización.
    • Evita sanciones o reclamaciones por negligencia.
    • Prolonga la vida útil de las señales, optimizando el gasto público.
    • Mejora la percepción ciudadana sobre el cuidado del entorno vial.
    • Facilita una planificación presupuestaria más predecible.

    ¿Cómo se adapta el mantenimiento a diferentes tipos de vía?

    No es lo mismo mantener las señales en una autovía que en un entorno rural o casco histórico. Por eso, un buen servicio debe tener capacidad de adaptar sus protocolos a:

    • Carreteras interurbanas o de alta capacidad: se prioriza el corte mínimo de tráfico y la rapidez de intervención.
    • Zonas urbanas o con alto tránsito peatonal: se programan trabajos en horarios de menor afluencia y con señalética provisional clara.
    • Entornos patrimoniales o protegidos: se aplica señalética específica y métodos no invasivos.

    ¿Quién puede encargarse del mantenimiento de señales? ¿Qué debe tener una empresa especializada?

    Es fundamental contratar una empresa homologada, con experiencia contrastada en señalización y conservación vial. Algunos requisitos clave:

    • Personal técnico cualificado y con formación en normativa vigente.
    • Equipos y vehículos adecuados para cada tipo de intervención.
    • Capacidad de actuación rápida ante incidencias.
    • Certificaciones de calidad (ISO 9001, ISO 14001, etc.).
    • Historial de contratos públicos o privados similares.

    En Reynober, por ejemplo, llevamos años ofreciendo este tipo de servicios en colaboración con administraciones de todo el país.

    Si te interesa conocer cómo se fabrican las señales que garantizan la seguridad en nuestras carreteras, no te pierdas nuestro artículo sobre la fabricación de señales en Reynober, donde te contamos todo sobre nuestros procesos, materiales y compromiso con la calidad y la normativa vigente.

    ¿Es obligatorio tener un plan de mantenimiento?

    Legalmente, las administraciones responsables del estado de las vías tienen la obligación de garantizar la seguridad vial, lo que implica mantener las señales en condiciones óptimas.

    Aunque no siempre se exige un “plan” formal, en la práctica es la forma más eficaz de cumplir con la normativa, evitar reclamaciones y garantizar una vía segura y bien gestionada.

    ¿Cómo empezar a implementar un plan de mantenimiento preventivo en tu red vial?

    Todo comienza con una auditoría del estado actual. A partir de ahí, se puede diseñar un cronograma anual, clasificar las señales por prioridades, definir protocolos de revisión e intervención, y asignar recursos o licitar el servicio a una empresa especializada.

    Desde Reynober, acompañamos a administraciones y empresas concesionarias en todo el proceso, aportando asesoramiento técnico, experiencia y soluciones adaptadas a cada entorno.

    El mantenimiento preventivo de señales de tráfico no es un lujo, sino una necesidad. Es la forma más eficiente, segura y económica de garantizar que nuestras carreteras sigan cumpliendo su función de proteger y guiar.

    Si quieres saber cómo implementar un plan personalizado para tu red vial, no dudes en contactar con nuestro equipo. En Reynober, llevamos la seguridad vial al siguiente nivel.

    Deja tu comentario

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *